El Aula Hospitalaria empieza a funcionar en 1982 para dar respuesta educativa a los niños afectados por el Síndrome Tóxico.

Tiene como objetivo que los alumnos puedan continuar con su proceso educativo, atendiendo a las necesidades que cada uno de ellos presenta durante su hospitalización.

Disponemos de dos espacios educativos atendidos por profesorado funcionario de la Consejería de Educación. Están adscritos al Aula Hospitalaria:

• 2 profesoras de Infantil y Primaria en el Aula
• 1 profesora del Servicio de Apoyo Educativo Domiciliario
• 1 coordinadora/directora
• 2 profesoras de Educación Secundaria y Bachillerato, compartidas con el Hospital 12 de Octubre.

Las aulas son lugares para aprender, jugar y relacionarse con otros niños que se encuentran en su misma situación, facilitando la socialización y ayudando a superar el aislamiento y la angustia que se puede producir en estas circunstancias.

Están dotadas de diversos materiales adaptados a una didáctica específica para este alumnado, incluidos los medios informáticos: pizarras digitales, ordenadores, tablets… lo que permite, por un lado, el refuerzo y el aprendizaje de contenidos, y, por otro lado, mantener la comunicación con sus compañeros y profesores del centro en los que están escolarizados.

¿Cómo funcionan?

Cuando un niño es hospitalizado, los profesores acuden a su habitación para informar a las familias de la existencia y del horario del Aula, para aclarar las dudas y recoger toda la información que puedan aportar sobre su proceso educativo.

Los profesores del Aula Hospitalaria se ponen en contacto con el centro en el que está matriculado el alumno para establecer la coordinación entre ambos. El centro envía la programación y las orientaciones para que el niño continúe con su proceso educativo. Los niños del hospital realizan y comparten actividades con sus compañeros y pueden hacer los exámenes que envían sus centros.

Los profesores atienden a todos los niños hospitalizados, de corta, media y larga estancia que estén en edad escolar (3 a 18 años). El trabajo con los niños de larga estancia se orienta hacia el desarrollo del currículo lo que permite asegurar la continuidad del proceso educativo y evitar el desfase curricular.