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Visor

El ordenador personal de los autistas.

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Un programa informático, desarrollado por dos avilesinos y premiado por el Principado, facilita la relación con personas con problemas para comunicarse

Rubén Velasco y Daniel Muñoz, son los padres del CPA, el Comunicador Personal Adaptable, un programa que convierte una simple PDA (personal digital assistant) en el ordenador personal de los autistas.



El premio «Sociedad de la Información» 2008 que les concedió el Principado en la categoría de mejor iniciativa para reducir la brecha digital es el reconocimiento a dos avilesinos, Rubén Velasco y Daniel Muñoz, que llevan cinco años trabajando de forma totalmente desinteresada para facilitar las relaciones con personas que tienen problemas de comunicación. Velasco, maestro de Educación Especial y actualmente asesor de la Consejería de Educación, y Muñoz, programador informático, son los padres del CPA, el Comunicador Personal Adaptable, un programa que convierte una simple PDA (personal digital assistant) en el ordenador personal de los autistas.

La aventura comenzó en febrero de 2003. Rubén Velasco, que entonces era docente en el Colegio de Educación Especial Castiello de Bernueces de Gijón, empezó a darle vueltas en cómo mejorar la comunicación con los niños autistas. Aquel primer ensayo fue con tarjetas de cartulina, cada una tenía una palabra asociada a un dibujo con la que los niños podían pedir necesidades básicas. «Ellos manejan muy bien la información visual», explica Velasco. A partir de ahí, decidió buscar otro soporte, y se fijó en la PDA. Comenzó a programar («cacharreo un poco», dice) y después reclamó la ayuda de Daniel Muñoz, informático. La primera versión la probó un alumno del centro donde trabajaba Velasco, en colaboración con su familia. «Fue una primera versión rudimentaria; incluía la imagen iconográfica o foto acompañada de la palabra escrita y de su sonido».

En ese mismo año 2003, Muñoz y Velasco presentaron el primer prototipo en unas jornadas de Educación Especial que hubo en Oviedo y luego lo desarrollaron. En 2004-05 lograron un acuerdo con la Consejería de Educación para poder trabajar con un grupo de alumnos, de la mano del CPR de Oviedo. Empezaron con siete PDA distribuidas por los colegios de Castiello, Latores, Santullano, Marítimo, Proaza y La Corredoria. «Los resultados fueron buenos; los críos autistas se adaptan rapidísimamente al sistema», afirma Velasco.

El vocabulario que incluye el CPA se estructura mediante categorías, como «escuela» y «casa». Mediante el sistema «Padre», los tutores de cada alumno pueden elegir las palabras que quieren habilitar. La pantalla es táctil y los usuarios pueden configurar el número de botones, de opciones... A partir de la primera versión, este equipo de avilesinos comenzó a avanzar. Así idearon un sistema para construir frases. Y también pensaron en otra aplicación para organizar el día a los escolares y para dividirles una rutina en pasos. En definitiva, mediante la configuración que se realiza en el sistema «Padre» se consigue un ordenador personal adaptado a cada caso.

Esto es el CPA, el Comunicador Personal Adaptable, cuyos usos no se reducen a la comunicación con niños autistas, sino que facilitan la relación con personas que tienen dificultades de interacción con el entorno. «En algunos casos notamos que el esfuerzo de complementar imagen, palabra y audio les reforzó la comunicación, y en algunos casos incrementó sus emisiones orales», indica Rubén Velasco.

La difusión de su invento llegó de la mano de internet. Colgaron un vídeo en el que explicaban el proyecto en Youtube, y las demandas comenzaron a llover. «Llegó un momento en que nos planteamos cómo seguir, no sabíamos si distribuirlo gratis o comercialmente; al final decidimos dejarlo gratis», explica Daniel Muñoz. Lucrarse nunca fue su objetivo, dicen, pero comercializar el producto les hubiera permitido poner en marcha nuevos proyectos.

El éxito es incuestionable: llevan ya respondidas más de 1.000 peticiones del CPA, y además hay que tener en cuenta que cada asociación de autistas, que son los principales demandantes, pide sólo una copia y luego la distribuye. «Al principio sólo teníamos demandas para autistas, ahora nos llega gente mayor con problemas neurológicos y motóricos con trastornos de comunicación», añaden los autores. Muchas peticiones son de Sudamérica, Francia y Portugal, y realizan la gestión a través de la web www.comunicadorcpa.com.

Esperan que el premio les abra puertas a la hora de buscar apoyos. «El camino es seguir trabajando».

 

La Nueva España